El diputado Sebastián Villarejo manifestó que con la pandemia se dieron cuenta que la política prebendaria trae muerte y se deben desterrar las prácticas que perjudican a la ciudadanía como lo es el caso de su excolega Carlos Portillo.

Sostuvo que Portillo fue reincidente y varias veces lo salvaron pero en esta oportunidad algunos podían quedar como cómplices  atendiendo que nombró a un referente de un movimiento colorado.

Agregó que la Fiscalía tiene que actuar de oficio pues desde el momento en que él perdió la investidura puede ser investigado o sino vamos a seguir con que el Ministerio Público sigue dormido.

“Muchos le reclamamos y le pedimos a Portillo que diga, pero no se animó a dar nombres e incluso negó lo sucedido”, expresó Villarejo.