Caacupé 2020: La cruda realidad del vacío en las calles y los hospitales repletos

La pandemia nos sigue sorprendiendo, un 8 de diciembre totalmente atípico, sin gente peregrinando, sin gente aglomerándose en los alrededores de la basílica de Caacupé, marca un panorama casi desolador en comparación a lo que nos acostumbra cada año la capital espiritual del país.

Un fuerte trabajo de concienciación por parte de la Iglesia y de las autoridades para llegar a la ciudadanía, al creyente, al devoto que año tras año acude a la Virgen de Caacupé, para agradecer, pagar una promesa, o pedir algo en particular. No dejemos de lado que es un duro golpe a la religiosidad y también un duro golpe al comercio de Caacupé que en estas fechas se nutre de las compras que realiza la ciudadanía que llega hasta la Villa Serrana.

Costó pero se entendió el mensaje, la peregrinación debía ser virtual y los feligreses supieron comprender que la salud hoy es lo más importante y que la madre de todos los paraguayos está presente en cada hogar, en cada parroquia o espacio destinado a ella.

La situación en el Paraguay no es la más óptima, varios profesionales de blanco que están en el frente de batalla hablan de que estamos viviendo las semanas más letales con lo que respecta a la pandemia en nuestro país, con el aumento de casos los hospitales del sector público se ven rebasados  y se debe recurrir a camas de terapia intensiva para abastecer la demanda.

Caacupé era una gran prueba para la gran comunidad católica en nuestro país, ahora toca a los jóvenes cuidarse en los eventos sociales y a todos poner de nuestra parte antes y durante las fiestas de fin de año que se vienen, para cerrar un 2020 con números relativamente estables.

Miguel Franco.

megacadena

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